Insuficiencia renal en gatos

La insuficiencia renal en gatos es un mal al que todos le tenemos mucho miedo, profesionales, propietarios y amantes de los gatos, ya que sabemos que es una enfermedad que avanza y con los años, empeora. Debemos estar atentos para que sufran el menor daño posible y, los ayudemos a tiempo. Conocer a la perfección ésta enfermedad nos ayudará a detectar tempranamente los signos ya que se trata de una patología de aparición gradual pero con empeoramiento progresivo.

¿Qué es la insuficiencia renal?

La insuficiencia renal se produce cuando uno o ambos riñones comienzan a fallar. Se trata de un síndrome que disminuye la funcionalidad de los riñones. El sistema renal se encarga de filtrar la sangre y eliminar las sustancias nocivas para el organismo a través de la orina. Cuando se realiza la filtración de la sangre debe cumplir con una serie de tareas que son vitales para todas las especies: mantener en equilibrio agua y minerales, eliminar compuestos químicos introducidos en el organismo y sustancias derivadas del mecanismo proteico como urea o creatinina (por ello debemos ajustar la dieta) y mediante una hormona que se fabrica en el riñón, la eritropoyetina, regula la formación de glóbulos rojos. Estas sustancias que deben ser eliminadas pasan a formar parte de la orina para salir del cuerpo de nuestros animales. Hay otros mecanismos más complejos pero a fines prácticos esto es una función renal correcta. Si los riñones empiezan a fallar suelen ir compensándose hasta que el daño está tan avanzado que aparecen los síntomas, por la acumulación de sustancias tóxicas. Por eso, a veces, al llegar al veterinario el gato está ya muy enfermo, la enfermedad lleva meses e incluso años gestándose. De ahí que se recomiende hacer analíticas de sangre y de orina al menos una vez al año en los gatos a partir de siete años, aproximadamente. Esta es la presentación crónica de la enfermedad, la más habitual, sobre todo en gatos mayores. Los factores predisponentes a la insuficiencia renal suelen ser propios del gato y de su entorno. Tenemos gatos mayores de 15 años de edad; felinos de raza Persa y sus cruces que tienen una patología congénita muy frecuente que es la enfermedad renal poliquistica; infecciones bacterianas; tumores; daño renal por medicamentos mal administrados; dietas desequilibradas; piedras o urolitos en el tracto urinario superior; entre otros. En gatos jóvenes, también podemos encontrar una insuficiencia renal pero aguda. Esta surge repentinamente y es más frecuente que se deba a infecciones o intoxicaciones, incluso una infección de orina que pase desapercibida y no se trate, puede avanzar hasta dañar los riñones.

Síntomas de la Insuficiencia renal felina para estar alertas

  • Pérdida de apetito y de peso corporal. Anorexia.
  • Letargia, depresión, falta de deseo de moverse.
  • Deshidratación (podemos verlo mediante un pellizco de la piel del cuello y el pliegue tarda en retornar a su estado normal, pierde flexibilidad).
  • Aumento de sed (polidipsia) lo normal es 50 ml/kg de peso por día.
  • Aumento del volúmen de orina (poliuria) lo normal son 100 a 150 ml/día.
  • Vómitos y diarreas.
  • Palidez de las mucosas (encías). Mal aliento, úlceras en boca y/o estómago.
  • Pelaje deslucido o con pérdidas excesivas de pelo.

Diagnóstico de la enfermedad renal en gatos

Los signos clínicos no son pruebas consistentes para su diagnóstico. Son apreciaciones del dueño y/o veterinario pero deben siempre acompañarse de pruebas de laboratorio. Los chequeos anuales luego de sus 7 años de vida pueden ayudar a un diagnóstico temprano del fallo. Dentro de las pruebas diagnósticas de rutina para detectar el estado de los riñones, el veterinario nos puede proponer un análisis de orina y otro de sangre. Se valora la densidad y posibles sedimentos de la orina y, en la sangre, la creatinina y la urea. También pueden hacerse ecografía y/o radiografías. Así se determina cuál es el funcionamiento de los riñones y el alcance del daño.

Tratamientos y manejo de la insuficiencia Renal

Una vez el veterinario nos dé un pronóstico, aunque es importante resaltar que se trata de una enfermedad crónica progresiva y, no se puede curar de forma definitiva pero, buscaremos mejorar su calidad de vida. Si bien existen medicamentos alopáticos queremos ofrecerles en este artículo soluciones naturales y holísticas para nuestro gato. Lo importante será no automedicar si es que no estamos formados en terapias naturales. Son medicamentos a los que podemos recurrir libremente pero no debemos olvidar que se trata de pacientes muy sensibles, nuestra recomendación es buscar al profesional idóneo en el tema. En homeopatía tenemos diferentes visiones de como evaluar al animal en forma holística, como un individuo único e irrepetible (unicismo) o, mediante complejos homeopáticos más genéricos sin tanta individualización (pluralistas o complejistas). En el primer caso deberá tomar la historia clínica de tal forma que se llegue al remedio homeopático que más represente al paciente gato en su totalidad. El segundo caso serán complejos destinados al daño renal como:

  • Cantharis ( dolores al comenzar a orinar por lo que retiene, orina a gotas y con quejidos).
  • Mercurius corrosivus (cistitis, picores, orina escasa).
  • Berberis vulgaris (orina variable en cantidad y concentración, dolor lumbar).
  • Lycopodium (cálculos y arenillas).
  • Sarsaparrilla (dolor intenso, pequeños cálculos en orina, cistitis con dolor).

La alimentación durante estos manejos, es uno de los pilares para afrontar estas patologías. Escogeremos entre piensos acordes con la enfermedad o la alimentación casera, dependerá exclusivamente de nosotros esta elección. A modo de conclusión me gustaría destacar que si bien se trata de una enfermedad progresiva podemos ayudar a nuestros gatos con las terapias naturales, destacando la homeopatía para mejorar su calidad de vida. Disminuir las toxinas en los gatos que sufren de insuficiencia renal es la clave para que nos sigan acompañando en el camino de la vida. ¿Has probado ya con la Homeopatía? ¡Comenta más abajo!