Mantén la salud de tus conductos respiratorios con el Ayurveda

La sinusitis o inflamación de la mucosa que recubre los senos paranasales, las cavidades que hay en algunos huesos del cráneo que comunican con las fosas nasales, es una dolencia muy común, especialmente en esta época del año. Generalmente producida por bacterias o virus (aunque también existe la sinusitis alérgica), provoca bloqueos al inhalar, presión en la zona de alrededor de la nariz, dolores de cabeza, pérdida de olfato, etc… En condiciones normales el moco que se produce en los senos paranasales drena y se traslada a las fosas nasales para ser expulsado. En un resfriado o proceso alérgico, la mucosa de estas cavidades se inflama e impide el drenaje del moco. Esto provoca la congestión y la infección. La infección se produce cuando los senos son invadidos por una gran cantidad de gérmenes que sobrepasan la capacidad de los mecanismos defensivos, o algún factor altera el funcionamiento (obstrucción).  

¿Qué es el Ayurveda?

El Ayurveda es el sistema de salud totalmente holístico originado en el estado de Kerala, en el sur de la India hace más de 5.000 años, y que llegó a expandirse e influenciar a la medicina de Sri Lanka, Tibet, China… e incluso la medicina griega. Según el Ayurveda, todos nosotros y todo lo que existe en la creación está interrelacionado e interactuando en todo momento. Por lo tanto, cuando consideramos nuestro estado de salud o equilibrio, debemos entender que está directamente relacionado con nuestra elección de alimentos, nuestros pensamientos y creencias, las personas con las que nos relacionamos y sus energías, la época del año, nuestro momento vital, el trabajo que realizamos… Nuestra salud o enfermedad está determinada por esta red de conexiones y cómo las gestionamos. Además, el Ayurveda se basa en la teoría de los cinco grandes elementos: todo lo que existe (animado o no) está compuesto de espacio, aire, fuego, agua y tierra. Lo que nos diferencia y caracteriza es la proporción de estos elementos, que es única e individual en cada uno de nosotros, y que equivale a nuestro código genético o ADN. Los cinco elementos se agrupan entre sí para formar las tres grandes constituciones o doshas del Ayurveda: Vata, compuesta de espacio y aire, Pitta, de fuego y agua, y Kapha, formada de agua y tierra. Por ejemplo, una constitución con predominancia del elemento fuego nos predispone a problemas de acidez de estómago, circulatorios, sensibilidad de la piel y la vista…, y un exceso del elemento agua nos puede hacer propensos a la retención de líquidos, a los problemas respiratorios y a las mucosidades. ¿Y si predomina el aire en nuestra constitución? Pues probablemente tengamos tendencia al insomnio, la ansiedad, el estreñimiento y la sequedad de la piel y los huesos. En Ayurveda utilizamos este conocimiento para poder entendernos mejor y tener herramientas para la prevención de posibles enfermedades. En ningún caso se considera que una constitución determinada es mejor que otra, lo que buscamos es el equilibrio, que en Ayurveda es equivalente a salud y bienestar.  

¿Cómo te puede ayudar el Ayurveda a respirar mejor?

Esta sabia filosofía nos recomienda lavar las fosas nasales a diario, ya que estas son los canales del prana (fuerza vital entendida como respiración o aliento), para mantener los senos nasales saludables. Es una rutina muy sencilla para la cual se necesita una lota o neti (un recipiente parecido a una pequeña tetera), tradicionalmente de cobre, pero que ya se encuentran con facilidad en la farmacia o tienda de productos naturales en cerámica o plástico. La técnica consiste en hervir una taza de agua por fosa nasal para purificarla (o utilizar agua destilada), dejar que se enfríe a temperatura corporal, 37-38 grados C. y añadir una cucharadita de café de sal Himalaya o sal negra (evitar la sal yodada) por taza de agua.

¿Cómo se hace una irrigación nasal?

Llena el recipiente de agua, inclina la cabeza hacia un lado e introduce el extremo de la lota en la fosa nasal superior. No hay que hacer ningún esfuerzo ya que la gravedad y la presión harán que el agua fluya para entrar por esta fosa y salir naturalmente por la opuesta. Respira de manera cómoda por la boca mientras se vacía el contenido de la lota, un proceso que tarda unos pocos segundos. Una vez terminado, expulsa aire y el resto de agua con una exhalación suave, para evitar que esta vaya a los conductos auditivos. Repite con la fosa nasal opuesta. El agua arrastrara fuera de la nariz las bacterias, el polvo, las mucosidades….  

Si necesitas más ayuda…

Si estás muy congestionado, prueba a hervir un poco de tomillo y camomila en el agua y subir uno o dos grados la temperatura. Y si sufres de sinusitis crónica es muy recomendable el hacer inhalaciones de vapores de agua de jengibre, tomillo, cebolla, eucalipto… dos veces al día, inhalando por la nariz y exhalando por la boca para no irritar los ojos, que en Ayurveda son órganos regidos por el elemento fuego.   Si la congestión se agrava a la hora de dormir, coloca una cebolla partida por la mitad o troceada a la altura de la cabeza para que puedas inhalar sus vapores (prana) durante la noche. Aunque toda la habitación olerá a cebolla, es un remedio súper eficaz, sencillo y sin efectos secundarios. Muy recomendable para los niños!  

¡Olvídate de la sequedad nasal!

Otra condición muy común es la sequedad en las vías respiratorias, que se alivia fácilmente introduciendo 1-2 gotas de aceite de sésamo en cada fosa nasal por la mañana. Si la sequedad es aguda, especialmente por la noche, lo que puede provocar ronquidos y apnea, introduce de nuevo 2-3 gotas de aceite de sésamo tibio en cada fosa nasal antes de acostarte. Resulta muy práctico llenar un gotero de 30 ml de aceite de sésamo y calentarlo al baño maría antes de cada aplicación.   Cómo ves, el Ayurveda, con toda su sabiduría milenaria, pone a tu alcance una gran variedad de remedios sencillos y naturales que han demostrado su eficacia a lo largo de los siglos. Te animo a que los pruebes!