Una alimentación saludable para cada estación

Según la Medicina Tradicional China y la teoría de los 5 elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua), la alimentación debe estar en concordancia con los cambios ambientales y energéticos que se producen en cada época del año.

Este tipo de alimentación oriental es considerada una dietoterapia energética que observa los alimentos en su totalidad y los clasifica por sus propiedades físicas (color, sabor, naturaleza, etc.) con el objetivo de prevenir y tratar los desequilibrios del ser humano.

Primavera: Color verde y sabor ácido

La primavera está asociada al elemento madera. Es una época muy apropiada para depurar el organismo, especialmente para drenar o depurar el hígado y la vesícula biliar.

Con la llegada del buen tiempo es el momento idóneo para empezar a introducir alimentos crudos y de naturaleza fresca. Aún así, la forma de cocción principal para esta época del año es al vapor o salteados cortos.

El color asociado al elemento madera es el verde, por esta razón, es importante comer mucha cantidad de hojas verdes como por ejemplo: brócoli, espinacas, acelgas, endivias, rúcula, escarola, etc. e incorporar también microalgas ricas en clorofila (espirulina, chlorella y klamath).

El sabor asociado a este elemento es el acido, de ahí que se recomienda añadir a la dieta pequeñas cantidades de limón, vinagre de manzana, frutas acidas, etc..

Además, es aconsejable consumir germinados (alfalfa, fenogreco, de legumbres…) y fermentados (chucrut, yogurt, kéfir…). Para acompañar, la bebida más apropiada en esta estación es el té verde, sin embargo si se presentan síntomas de nerviosismo e insomnio, es preferible consumir el té kukicha o el té bancha, ya que son variedades del té verde pero con cantidades insignificantes de teína.

Para la astenia primaveral (cansancio, fatiga, astenia, etc.) se puede tomar jalea real fresca

Verano: Color rojo y sabor amargo

El verano está asociado al elemento fuego. También es una época adecuada para depurar el organismo pero especialmente el sistema circulatorio: purificar y refrescar la sangre.

Para combatir el calor es imprescindible una alimentación de naturaleza fresca, alimentos ligeros y comer poca cantidad. Asimismo, es conveniente una alimentación muy hidratante con muchas ensaladas y frutas, los alimentos crudos deben predominar por encima de los alimentos cocidos.

El color asociado al elemento fuego es el rojo, por consiguiente, se aconseja introducir alimentos como la sandia, los tomates, las cerezas, la granada, la achicoria, el pomelo rojo, etc. Es importante evitar comidas muy concentradas y secas como la carne roja, el cordero, las especias picantes, los alimentos con mucha grasa, fritos y el alcohol.

De todos los cereales, la cebada es el más apropiado para el verano ya que su naturaleza es fresca.

Verano tardío: Color amarillo-naranja y sabor dulce

El verano tardío está asociado al elemento tierra. Es la época del año adecuada para armonizar el sistema digestivo (estomago, bazo y páncreas) y reconstituir el organismo.

Esta época del año (septiembre-octubre) es el momento idóneo para prepararse para el frio. Los alimentos que deben predominar son de naturaleza neutra: cereales como el arroz integral, el mijo, el centeno y la quínoa; legumbres y verduras cocidas. La forma de cocción apropiada para esta época son los hervidos.

El color asociado al elemento tierra es el amarillo-naranja y el sabor el dulce, así que es conveniente consumir alimentos como la calabaza, la zanahoria, el moniato, la cebolla y el mijo.

Los alimentos crudos se deben retirar paulatinamente, ya que un exceso de estos puede dañar el sistema digestivo. No obstante, a la fruta se le puede añadir canela y/o jengibre para modificar su naturaleza fresca.

Otoño: Color Blanco y sabor picante

El otoño está asociado al elemento metal. Es la época adecuada para desintoxicar el intestino grueso y purificar los pulmones.

Para empezar a calentar el organismo y evitar los típicos resfriados de esta época del año, lo idóneo es mucha hidratación con caldos vegetales calientes y alimentos que refuercen el sistema inmunitario como las setas. La forma de cocción más apropiada son los hervidos.

El color asociado al elemento metal es el blanco, por lo tanto, es recomendable introducir alimentos como la coliflor, la pera, el nabo, la raíz de loto, etc. No obstante, se deben evitar los lácteos y el azúcar blanco por qué producen un exceso de humedad en el organismo.

El sabor picante está asociado a este elemento, de ahí que sea beneficioso añadir pequeñas cantidades de alimentos y especias como el nabo, los rabanitos, el jengibre, la pimienta, la canela, el ajo, etc. en las diferentes preparaciones culinarias. Por otra parte, el cereal más adecuado es la avena y el trigo sarraceno.

La fruta mejor consumirla en forma de compota, a la plancha o bien agregándole canela y/o jengibre para modificar su naturaleza fresca.

Invierno: Color oscuros y sabor salado

El invierno está asociado al elemento agua. Es la época adecuada para tonificar los riñones y nutrir los huesos y el cerebro.

La alimentación debe ser de naturaleza caliente y muy nutritiva como por ejemplo, guisados a base de carne (cordero, pollo) y legumbres. El cereal más recomendable es el trigo sarraceno. Las cocciones de los alimentos deben ser largas.

El color asociado al elemento agua son los colores oscuros: algas, sésamo negro, castañas, azukis, lentejas, etc.

El sabor es el salado “bueno”, así que es recomendable consumir alimentos como pueden ser las algas o el pescado.

Consejo general para todas las estaciones

Para mantener una salud optima se debe tener una alimentación variada, equilibrada y evitar alimentos productores de humedad: lácteos, harinas como el trigo (bollería y panes de baja calidad), azúcar, helados, alimentos muy procesados, refrescos industrializados, alimentos con mucha grasa, embutidos, carne roja, fritos y alcohol