Homeopatía: principios, práctica y beneficios para la salud

¿Qué es la homeopatía y cómo funciona?

La Homeopatía es una terapéutica médica que se basa en el principio de “lo similar cura lo similar”. Este principio sostiene que una sustancia que cause síntomas de enfermedad en una persona sana, puede curar a una persona enferma que posea síntomas semejantes. La homeopatía fue adoptada por Samuel Hahnemann en 1796 y el término proviene del griego, que significa «dolencia semejante».

Origen y fundamentos de la homeopatía

Samuel Hahnemann llegó a su hipótesis después de experimentar con corteza de Quina y sufrir síntomas muy semejantes a los que provocan las fiebres intermitentes. Otros aspectos característicos de esta terapéutica son el uso de remedios únicos (no complejos) para tratar una afección y la utilización de dosis infinitesimales, dinamizadas, según una estricta individualización de la persona a tratar y teniendo en cuenta la totalidad de los síntomas más característicos, rasgos de la personalidad, estado físico y psicológico, historia vital y antecedentes hereditarios.

Hahnemann sostenía que la enfermedad no solo es un hecho físico, sino que tiene una causa en la alteración o perversión de la conciencia humana. Por tanto, tenía una visión inmaterial o vitalista de la enfermedad. Todos estos principios los recoge en su obra “El Organon del arte de curar” publicado en 1810 donde describe su nueva terapéutica y publicando también una nueva “Materia médica”.

La práctica de la homeopatía

Para prescribir un remedio homeopático se utilizan dos referencias: la materia medíca homeopática donde se describen alfabéticamente los diferentes remedios experimentados y los síntomas que les corresponden, y los repertorios que son un índice donde se relacionan síntomas y sus remedios correspondientes.

La Homeopatía utiliza substancias de los reinos vegetal, animal, mineral y productos de enfermedades (nosodes). Para la producción de los remedios (dinamización y potenciación) se diluyen en alcohol o agua destilada y se golpean contra una superficie dura según un determinado número de veces según un patrón que es lo que se conoce como potencia y que sería como la frecuencia o intensidad del remedio.

Las potencias homeopáticas son la DH (decimal hahnemaniana), CH (centesimal hahnemaniana), KV o Korsakoviana y LM (cincuenta milesimal). Hahnemann recomendó en la sexta y última edición del “Organon” la utilización de la potencia LM ya que su obsesión fue encontrar una potencia que curara de manera suave, rápida y con efecto permanente sin las mínimas agravaciones para recobrar la salud.

La homeopatía es un tratamiento natural que utiliza substancias de los reinos vegetal, animal, mineral y productos de enfermedades para producir remedios que potencian la vitalidad de la persona sin provocar graves efectos secundarios. Por esta razón, es una excelente opción durante el embarazo, el parto, la lactancia y la infancia, ya que evita tratamientos convencionales que pueden instaurar otros padecimientos cronificándose la enfermedad. La homeopatía también es eficaz para tratar enfermedades infantiles como la varicela, el sarampión o la tos ferina, así como trastornos emocionales y mentales como la ansiedad, la depresión o el insomnio. Es una alternativa a considerar en cualquier etapa de la vida, ya que ofrece una respuesta terapéutica sin riesgos de efectos secundarios graves.

Es importante destacar que la Homeopatía no sustituye a la medicina convencional en casos de enfermedades graves o crónicas, pero puede utilizarse como complemento para mejorar la calidad de vida del paciente y disminuir los efectos secundarios de los tratamientos convencionales.

Además, la Homeopatía es una terapia que busca tratar al paciente de manera integral, teniendo en cuenta no solo sus síntomas físicos, sino también su estado emocional y mental. Se busca encontrar el remedio que mejor se adapte a las características individuales del paciente, lo que se conoce como la individualización del tratamiento.

En conclusión, la Homeopatía es una terapia médica que se basa en el principio de que lo similar cura lo similar y utiliza dosis infinitesimales de sustancias dinamizadas para tratar enfermedades. Se busca tratar al paciente de manera integral y personalizada, potenciando su vitalidad y disminuyendo los efectos secundarios de los tratamientos convencionales. Es importante destacar que no sustituye a la medicina convencional en casos graves o crónicos, pero puede utilizarse como complemento.