¡MÁS QUE UNA FIESTA SOLIDARIA, UNA LECCIÓN DE VIDA!

Esto es lo que fue. Una lección de vida. Permitidme que lo escriba en mayúsculas, puesto que no es una lección cualquiera: ¡LECCIÓN DE VIDA! 

Podría haber sido una jornada donde la frustración, la impotencia y la rabia fueran las protagonistas. O podría haber sido un acontecimiento solidario de aceptación. Pero esta fue la fiesta de la ilusión, el coraje y la transformación. Y creedme que no es poca cosa.

El pasado 17 de septiembre, el Seminari Conciliar de Barcelona acogió la 2.ª edición de una fiesta solidaria que rompe límites y ayuda a transformar las vidas de niños y jóvenes de entre 7 y 25 años con discapacidad o sin. El mérito y el éxito de una fiesta de estas características es gracias a COMKEDEM, una asociación con 18 años de historia (con sede en Barcelona) sin ánimo de lucro que promueve la participación en igualdad de niños y jóvenes con discapacidad de cualquier grado. Mediante actividades culturales, de educación en el ocio y del deporte adaptado, desde esta asociación fomentan la autonomía y la independencia de estos protagonistas contribuyendo a una mejor calidad de vida.

En medio de esta fiesta llena de vida cogí la ilusión en cada pequeño detalle del cual formaba parte. Conocí a Andrea con quién conecté desde el primer minuto por su capacidad de explicarme la discapacidad como una oportunidad de vida. Me gustó mucho verla cantar con la alegría presente a cada palabra cantada, recordando la frase que me había dicho minutos antes: “Judit, para mí la música es terapia, puesto que me ha ayudado a ser más feliz!”. El caso de Andrea me llevó a conocer a su madre, Mònica Suarez, una mujer positiva y llena de luz, directora de una asociación transformadora como es Afecto Mariposa: una asociación sin ánimo de lucro (o mejor dicho, una bonita tribu) que tiene el objetivo de ayudar a las familias con hijos e hijas con discapacidad. 

Durante la jornada, entrevisté a algunos familiares de estos protagonistas. Madres que hablaban de emociones como rabia y frustración, padres que hablaban de aceptación y abuelas que, emocionadas, se me abrazaban y me decían que ver un nieto en silla de ruedas era lo más duro que les podía pasar. Sí, y confieso que se me hizo un nudo en la garganta, el cual pude disimular gracias a la diversidad de comida que la fiesta también tenía preparada! Que si trozos de tortilla y buenos bocadillos de todo tipo (con el embutido de Olot triunfando), trocitos de pizza, pasteles de queso… Una fiesta capitaneada por Adnan-Azeim Sabir, el presidente y el alma de Comkedem, un hombre multitarea que atendía a todo el que sucedía.

En esta 2.ª fiesta solidaria tampoco faltó el trabajo hecho por parte de Farmacia Coliseum (Barcelona), coorganizadora del acontecimiento (con Marta Alborch coordinando toda la jornada) y propulsora del aula de la salud donde se hicieron talleres de aromaterapia, de gestión de las emociones e incluso de salud articular y ósea, más allá de impulsar la organización de estands con productos de salud natural con grandes marcas colaboradoras.

Y no solo esto: en el aula de orientación práctica se llevaron a cabo conferencias necesarias como el asesoramiento de prestaciones y ayudas para el ámbito de la discapacidad o una mesa redonda con un buen título con todo el sentido posible: “Quién cuida al cuidador y como hablar a nuestros hijos”. 

Después de esta última conferencia tuve la necesidad de salir hacia el jardín por saber que se estaba cociendo. En medio de campeonatos de ping-pong, partidas de ajedrez y de escuchar atentamente la Coral de gospel CMC del Poblenou (Barcelona), llevé toda mi atención hacia un chico y una chica de aproximadamente 20 años que estaban haciendo de disc-jockey. ¡Estaban contentos poniendo la música que querían! “Me encantaría que salierais en mi reportaje. Quiero saber vuestra historia con la música y vuestra historia personal”- les dije. 

Miquel merece también unas líneas de homenaje en este artículo de opinión y de emoción. A causa de su discapacidad sufrió acoso escolar durante años en la escuela y cayó en una depresión de 8 años, 2 de los cuales no quería salir de su habitación. Su depresión menguó gracias a la ayuda de un psicólogo y la música lo ayudó muchísimo. Actualmente, se dedica a hacer charlas para ayudar a los jóvenes con discapacidad. Gracias, Miquel. 

El caso de Olga con cuatro líneas informativas. Rompe a llorar al explicarme que cuando se rompió la cadera su vida fue una odisea. No se rindió nunca a pesar de estar muchas semanas en la cama de un hospital. Su discapacidad no le ha impedido hacer deporte y este le ha servido como terapia, así como hacer de disc-jockey junto a su amigo Miquel. 

Después quise jugar a la Play Station con Pau y Dídac, conectando más tarde con las acrobacias, el mercado solidario, la diversidad de conciertos (¡me hace gracia mencionar cómo vivió la música Joan, gerente de Farmacia Coliseum y cómo le gusta cantar!), el bingo solidario y la magia, entre muchas actividades más. 

Llegado este punto tengo ganas de decirlo. La 2.ª fiesta solidaria de la Asociación Comkedem es una jornada que da sentido en la vida, a pesar de que los protagonistas la vivan a través de una silla de ruedas. Que no los imposibilita ser felices, todo y las circunstancias, y dónde encuentran entre sus familiares y compañeros, una sonrisa de complicidad. Este yo lo encontré a los labios de Eduard, quién me dijo una frase relevante: “Judit, la discapacidad no la superas, pero aprendes a convivir con ella”.

Gracias a las más de 500 personas que formaron parte de este acontecimiento, los donativos recaudados en esta jornada serán destinados a reparar material deportivo adaptado y poder hacer actividades de ocio y deporte con los niños y niñas y jóvenes de Comkedem

Y no quiero acabar este artículo sin dirigirme a todas aquellas familias que tienen hijos con discapacidad. 

Gracias por vuestra voluntad. Gracias por no tirar la toalla. Gracias por aceptar. Gracias por sonrisa cuando las situaciones son complicadas. Gracias por vuestra valentía y vuestro coraje. 

GRACIAS por volver a abrir la puerta de la vida a vuestros hijos formando parte de COMKEDEM.

Si te atrae el proyecto, puedes colaborar y ayudar a los jóvenes de Comkedem con un donativo: ES05 2100 0848 0302 0026 0321