Dentro del conjunto de tratamientos especiales que existen hoy en día, aquellos que se relacionan con la cura facial pueden ser de especial interés para ti. En principio, toda persona ve con malos ojos sufrir los síntomas propios del envejecimiento.

Para combatirlos, nosotros podemos hablarte de distintos hábitos o recomendaciones. Sin embargo, ninguno de ellos es comparable al efecto que los tratamientos que te ofrecemos pueden llegar a causar sobre tu cara. Si adquieres productos de calidad capaces de dar resultados óptimos, comprobarás de forma inmediata cómo tu imagen mejora y alejas de forma definitiva los fantasmas del envejecimiento.

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Las principales señales de la vejez del rostro

Con el paso del tiempo, la edad va mostrando sus efectos sobre la cara. Los principales signos del envejecimiento facial son:

Arrugas y líneas de expresión. Suelen aparecer entre los 35 y 45 años, sobre todo entre los ojos, en las sienes, en la frente y cerca de los labios. Con los años, estas líneas se profundizan para acabar convirtiéndose en arrugas.

Reducción de luminosidad. En torno a los 40 años, la piel del rostro se apaga, pierde su frescor y no está tan radiante como solía.

Manchas y alteraciones en la pigmentación. La exposición solar continuada a lo largo de los años acaba modificando la pigmentación natural de la piel, lo que provoca la aparición de manchas.

Pérdida de volumen. A partir de los 40 años, la firmeza de la piel se va perdiendo y da lugar a una sensación de flacidez y caída.

La hidratación, que es un elemento esencial para mantener la piel joven, va siendo cada vez más difícil con el paso de los años.

¿Qué hábitos son negativos para la apariencia facial?

Aunque sabemos que ciertos aspectos propios del envejecimiento de la piel no pueden combatirse, lo cierto es que la mayoría pueden retrasarse o reducirse si se eliminan algunos hábitos negativos:

Fumar.

Beber alcohol.

Acostarse sin desmaquillarse.

Dormir poco.

Alto nivel de estrés.

No usar la protección solar adecuada.

Tocarse la cara excesivamente.

No hidratarse de forma conveniente.

Usar brochas de maquillaje sucias.

Abusar del uso de agua caliente.

No llevar una alimentación equilibrada y sana.

Tener una vida sedentaria.

La posibilidad de retrasar el envejecimiento

Precisamente en el apartado anterior te hemos señalado la posibilidad real de retrasar el envejecimiento facial mediante la eliminación de hábitos negativos para la piel. Sin embargo, no podemos dejar de insistirte en que a ello ha de sumarse el uso de tratamientos especiales de venta libre. Nosotros ponemos a tu disposición avanzadas fórmulas ideadas especialmente para luchar contra los signos de la edad.

En conclusión, todos los tratamientos destinados a la cura facial deben ser tenidos en cuenta, especialmente si lo que quieres es alejar al conjunto de signos de la edad que el rostro puede llegar a tener. En este sentido, alargar la longevidad de tu rostro será posible gracias a los productos que te ofrecemos en nuestra web, siempre y cuando los acompañes con un estilo de vida recomendable.

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